Amarilo es una importante constructora de Colombia, con más de 30 años de trayectoria. Con presencia en 17 ciudades y municipios, con más de 85 proyectos inmobiliarios en desarrollo actualmente, y más de 120.000 unidades de vivienda comercializadas, Amarilo es una de las constructoras de mayor tamaño en Colombia y Latinoamérica.
Roberto Moreno, su fundador y actual CEO, y es reconocido como uno de los líderes más destacados en su país.
“Estudié en los Estados Unidos y trabajé casi 11 años en Finca Raíz y también tuve una contratista de construcción. Al ver esos grandes proyectos de desarrollo en los Estados Unidos, siempre fue mi sueño poder realizarlo en Colombia” cuenta Roberto en el podcast “Construyendo calidad de vida: diálogo de desarrolladores”.
En 1993 junto a Enrique Mazuera (también Colombiano) fundó Amarilo: “inicialmente con un gran proyecto de vivienda de interés social en Turán, al lado de un gran parque. De ahí fuimos evolucionando durante estos 31 años en diferentes sectores a hoy con orgullo decir que somos el Grupo Amarilo con 4 empresas”.
El día a día del fundador de Amarilo involucra muchas aristas del negocio, pero hay una que lo llena de satisfacción: “Lo que más me apasiona es estructurar los proyectos y cambiar el entorno. Nosotros construimos el propósito de la compañía recientemente y es transformar entornos empoderar las comunidades cumpliendo sueños.
Me emociona transformar los entornos, y ver las familias en estas ciudades construidas ordenadamente. El legado que tenemos que dejar como desarrolladores inmobiliarios, porque como constructores no solo tenemos que pensar que hacemos edificios, sino desarrollos”.
Para hacerlo realidad habló de la necesidad de trabajar en conjunto con diferentes actores, que involucre el sector público con el privado: “sino trabajamos de la mano es imposible. ¿Y cómo se construye esa relación? Con la confianza, la transparencia y el trabajo en equipo”.
Ciudad dentro de la ciudad
Amarilo, entre otros muchos aspectos, destaca por haber creado el concepto de “Ciudad dentro de Ciudad”.
Se trata de macroproyectos donde las familias encuentran un acceso integral a todo lo necesario para un pleno desarrollo (viviendas, comercio, entretenimiento, urbanismos generosos, acceso a servicios complementarios como salud y educación).
A Roberto Moreno se le ilumina el rostro al hablar de ello:
“Fuimos más allá de hacer un lindo urbanismo, creamos una linda comunidad, a través de un programa de acompañamiento social. Hay que dar herramientas para que ellos se autogestionen, cuiden los espacios públicos y las normas de convivencia.
(…) Esto genera una sinergia muy valiosa para todos los actores y grupos de interés. ¿Y quien gana? La comunidad”.
Amarilo no solo hace posible el acceso a la vivienda propia a miles de colombianos (alrededor de 133 mil viviendas entregadas entre 1993 y 2023), sino que además es fuente de trabajo, con alrededor de 16.000 empleados activos. Solo en el 2023 se entregaron casi 9 mil viviendas.
“A mí lo que más me emociona es ver el proceso de la construcción, de cómo empiezan los proyectos a subir y las familias comienzan a mudarse. A mi me gusta ver los proyectos y me encanta ver a las familias en el parque, verlos en el centro comercial tomando un helado. Eso de construir comunidad me encanta, y pone a los muchachos que nacen allí a soñar. Por eso tiene que venir acompañado del jardín, del colegio, y agrupaciones sociales” comenta Roberto Moreno.
“Los líderes organizan una junta y desarrollan diferentes actividades como campeonatos de fútbol, talleres, bibliotecas ambulantes… Buscamos que se genere un sentido de pertenencia y eso es muy importante porque transforma la vida de las personas” agregó.
"Los clientes son el corazón de nuestra organización"
“Con humildad tratar de hacer las cosas mejor, no nos la podemos creer. Cada día tenemos que hacer las cosas mejor, compararnos con los demás y seguir creciendo”, ese es el mensaje que Roberto Moreno traslada a los diversos equipos que integran el Grupo Amarilo.
Cada dos años participan en Estados Unidos de la Feria Builders Show “para ver qué tendencias nuevas hay, que está pasando a nivel del servicio del cliente, en calidad de materiales y esas cosas, para poder compararnos”, explicó. “De verdad tenemos que empezar a buscar en tecnología, procesos, pero más importante en nuestro sector, en la sostenibilidad: qué estamos haciendo y qué impacto ambiental, social y económico tendrá”.
El año pasado Amarilo alcanzó la certificación Best Place to Live por primera vez en la vida, transformándose actualmente en la única constructora certificada, estatus otorgado por los mayores expertos que una empresa puede tener, sus clientes. ¿Qué buscaba Amarilo al comenzar la medición para alcanzar la certificación Best Place to Live?
“Best Place to Live me parece una iniciativa maravillosa porque los compradores de la vivienda están en el corazón de nuestra organización, es la razón de ser de lo que hacemos, porque estamos trabajando para ellos.
(…) Qué maravilla poder medir el customer journey de una familia y ver en qué nos equivocamos y qué podemos hacer mejor, cómo están viviendo el espacio y cómo lo usan. Con esa información podemos aprender muchas cosas. Esta certificación nos permite entender mejor cómo estamos haciendo la tarea en vistas a futuros proyectos”.
¿Cómo trabajan para mejorar la rentabilidad del negocio? “Para poder mejorar la rentabilidad, necesitamos optimizar los procesos. Por eso al finalizar un proyecto, los convoco a todos, y evaluamos el proyecto para generar un mejor producto en el siguiente proyecto. Esa información más el análisis de la satisfacción de clientes de Best Place to Live, nos dan un 360ª para trabajar”.