El proceso de certificación Best Place to Live® varía según la etapa de los desarrollos de la empresa. Si una desarrolladora tiene proyectos recientemente entregados a más del 75% de los propietarios, el proceso puede demorar entre 2 a 4 meses, desde la recopilación de la información del proyecto hasta la presentación final. Si una empresa no tiene desarrollos recientemente entregados, puede de todas maneras, conectar sus proyectos en venta a la plataforma de medición y obtener una primera evaluación. Si los desarrollos tienen menos de un 75% de las viviendas entregadas, la recolección se extenderá hasta obtener una buena muestra representativa de la comunidad.

La certificación Best Place to Live® tiene una vigencia de 2 años para la desarrolladora que supera el estándar de satisfacción del país en ese año. Además las empresas que quieran continuar certificadas por este periodo, deben seguir evaluando sus nuevos proyectos entregados, ya que al estar certificadas, debe dar la posibilidad de que los nuevos compradores puedan evaluarla.

La certificación Best Place to Live® evalúa la satisfacción del cliente en base a todo lo que la desarrolladora inmobiliaria les entrega, ya sea de forma directa o a través de alguna empresa relacionada o partner. Se evalúan los procesos de servicio tales como la gestión comercial (venta o arriendo), entrega o check in (multifamily), post venta o mantenciones (multifamily). Por el lado del producto, se evalúa la vivienda, el proyecto (desarrollo) y las amenidades (áreas comunes). 

El precio anual de la certificación varía por país y por formato de evaluación entre USD 4.000 a 8.000 por marca inmobiliaria. Las empresas con más de una marca comercial, deben evaluar todos los desarrollos asociados a la o las marcas que quieran certificar.

La certificación podrá ser adquirida sólo y exclusivamente por aquellas empresas que superan el estándar de satisfacción de su país y que cumplen con haber medido al menos el 75% de los proyectos entregados en el último año.